En el antiguo camino de la Pedrosa, el que pasaba por los «praos» y junto al río, había un rincón que los más jovenes posiblemente que no conozcan: El Calizón. Es una afluencia de caliza atravesada por el río. Una de las rocas tiene forma de asiento, y está junto a un remanso de agua de unos tres metros de profundidad y varios metros de largo.
Después de aprender a nadar en Los Pilones, fueron muchas las veces en que nadé en ese lugar. Ahora queda fuera de la Senda de La Pedrosa, por lo que hay que desviarse un poco. De vez en cuando me doy una vuelta por allí, supongo que es una cuestión de nostalgia.
Belén al inicio de la ruta Nos metemos en la Pedrosa Zona de barbacoas de La Pedrosa Camino de la toma del agua, recién instalada El Roblazo de la Pedrosa Por la Senda de la Pedrosa Seguimos por la senda, aunque enseguida hay que desviarse El barco del Calizón Belén en el barco Jugando en la Pedrosa Muro de los praos Volvimos por la pasarela