Precioso paseo para ver el haya con la hoja recién echada. Isa, Nuria, Vero, Luis Herrero (Naturaleza de la Valdavia) y un servidor dejamos el coche en la Aceña de Brañosera, y comenzamos a caminar a las 9:40 horas.
Salimos por la senda que hay a la derecha, pasados los puentes de la Aceña, y que veinte minutos después, nos dejó en el camino bajo del Monte Calar.
Subimos tranquilos, haciendo muchas fotos y disfrutando del bosque. Una vez en las Barcenillas, seguimos hacia el Cerezo, donde cerca de las 12:00 paramos a comer un bocado.
Aunque había intención de subir algo más, allí decidimos ir hasta las Mesucas, visitando el Roblón de Peñablanca, ya caído, y bajar disfrutando de la zona alta del Monte Calar, un verdadero espectáculo.
Poco antes de las 14:00, llegamos al Chozu del Prau del Toru, donde comimos tranquilamente. Se leventó algo de aire, con lo que tuvimos que levantar el campamento, y seguir ruta.
Como no era muy tarde, y nos apetecía bosque, decidimos bajar a Barruelo por la Mata del Fraile, disfrutando del hayedo.
A la altura del Calero de Brañosera, Nuria propuso acercarnos a conocer Peña Erguida, así que bajamos un tramo monte a través, visitamos la peña, y seguimos bajando hasta dar con el Camino Viejo de la Mata del Fraile, que nos dejó junto al canadiense de la primera pista.
Un poco más abajo nos encontramos con Esther, que subía a buscarnos depués de salir de trabajar.
Solo quedaba llegar a Barruelo, donde rematamos la jornada con una cerveza en una terraza, comentando los pormenores de la joranada.
Otro día de bosque en el Calar, mi monte preferido, en buen época y en buena compañía.
¡Hay que ver lo que disfruto!
Datos de la Ruta:
- Zona: La Braña
- Tipo de Ruta: Travesía
- Dificultad: Media
- Distancia: 13.09 km
- Tiempo: 7:11 h (con comida)
- Altitud mínima: 1.023 m
- Altitud máxima: 1.573 m
- Ascensión acumulada: + 522 m
- Descenso acumulado: – 658 m
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El monte Calar es magnífico y así nos lo muestras al internaros en ese recorrido por sus cuencas, prados, chozos y frondosidades.
No te cansas, como es natural, de afotarlo todo y a todos los que comparten esa afición.
¡Genialón paseo!
Hemos de coincidir en alguno porque, en cualquier estación, ese monte bien merece ser conocido de tu mano.
Un saludo de ‘Ojolince y Sra.’
¡Cuando queráis, pareja! Este monte es una delicia en otoño. Habría que prepara una salida para recorerlo con calma, como hicimos este día.
Un abrazo