En la salida del 9 de febrero al Castro Valnera, perdí un crampón que iba colgado de la mochila en el último tramo de la ruta. Y aprovechando el pronóstico de buen tiempo, decidimos salir a dar una vuelta a Lunada a ver si había suerte y lo encontraba. Seguimos el trazado de regreso lo m´ñas fielmente posible al GPS, pero no apareció. En cualquier caso, una espléndida jornada en familia conociendo los Valles Pasiegos.
Salimos de Barruelo sobre las 9:30 y a las 11:30 ya estábamos tomando un café en el Refugio Castro Valnera, para preguntar por el crampón, por si acaso. Un lugar muy agradable donde comer o alojarse.
Subimos hasta el Portillo de Lunada, y estuvimos una hora más o menos caminando, hasta la base del alto de la Torca, al que no llegamos. Regresamos al coche y decidimos conocer un poco los Valles Pasiegos, así que cruzamos el Portillo en dirección a San Roque de Riomiera.
Parada obligatoria en el Mirador de Cuvalruyu, con unas vista impresionantes sobre el valle por el que discurre el Río Miera.
Luego seguimos ruta. Poco antes de llegar a San Roque, cogimos el cruce hacia Selaya, Pasamos el Alto del Caracol, y en la bajada, paramos en el Mirador del Cotero, donde comimos.
En Selaya, tomamos dirección a Vega de Pas, pasando el Alto de la Braguía. Paramos en el mirador de Selaya a coger un caché y fuimos hasta Vega de Pas. Allí, decidimos subir con el coche hasta la Estación de Yera, y aprovechar la luz que quedaba dando un paseo hacia el Tunel de la Engaña. No llegamos a el, pero cruzamos un par de pequeños túneles.
Y quedaba regresar. Lo hicimos siguiendo el curso del Pas hasta Entrambasmestas, donde cogimos la nacional rumbo al Escudo para regresar por Reinosa.
Una jornada bien aprovechada. Pena del crampón que no apareció.