Un buen paseo la mañana que se celebró la Asamblea General de la Escalerilla, en el que ocho personas nos acercamos desde Brañosera hasta el Cerezo, donde almorzamos, para luego regresar por el cauce del Rubagón.
Salimos de las naves de Brañosera a las 9:20 de la mañana. Pasamos por encima del Pozo merino y cogimos la pista que nos lleva directa al chozo del Cerezo. Allí estuvimos un buen rato de almuerzo tranquilo, disfrutando de la reciente restauración del chozo. La chimenea tira muy bien. A ver si entre todos conseguimos mantenerlo en condiciones.
Para regresa escogimos el cauce del Rubagón, que estaba fantástico, hasta enganchar con el camino viejo del Monte Calar. Primero visitamos los restos del Invernal de Adolfo. A considerar que no hay camino, y la mayor parte de este tramo se realiza junto al río, caminando por los taludes de la orilla.
Salimos a Peralasecá, donde también vimos los restos del viejo chozo, y bajamos a la Aceña, para cruzar los ríos y subir a peto hasta los coches.
Una mañana estupenda, con el monte en invernal y con agua, y una estupenda compañía.
Datos de la Ruta:
- Zona: La Braña
- Tipo de Ruta: Circular
- Dificultad: Baja
- Distancia: 9.95 Km
- Tiempo: 4:42 h
- Altitud mínima: 1184 m
- Altitud máxima: 1559 m
- Ascensión acumulada: 384 m
- Descarga datos GPS
Saliendo de Brañosera El Pozo Merino desde arriba El monte estaba espectacular La niebla da su encanto Mucho agua Rincones Vero en la hornacina Arriba despejó un poco la niebla El Cerezu, recién restaurado Foto de grupo bajo una aceba Restos del Invernal de Adolfo Buenas cascadas en el río Y mucho musgo Alguna seta crecen en los troncos Uno de los tejos a la orilla del río Un enorme roble cayó este año. Carmelo sobre la raíz Los acebos se suben a las piedras Veli es poca cosa al lado de este roble Nuria buscando cobijo Salida del cañón del Rubagón Muchas fotos esta mañana Haciendo pruebas con la cámara Restos del chozo de Peralasecá Carmelo y sus amigos. ? En Peralasecá, había bastante muérdago
El monte está en su apogeo ¡para disfrutarlo! como se desprende de tu crónica que habéis conseguido.
Magníficos robles, increíbles acebos, hermosos tejos y demás lindezas otoñales convierten estos paseos en pleno disfrute.
¿Es el roblón de Peñablanca el que finalmente ha caído del todo?
Un saludo de 'Ojolince y Sra.'
Una gozada el monte con agua, Juanmi. El roble caído es otro. El de Peña blanca aún tiene la mitad en pie, aunque no durará mucho. Un abrazo.