Salida familar al Monte Hijedo con el Club de Montaña La Escalerilla. Un día soleado, sin demasiado calor para hacer esta senda de unos 11 km por un bosque espectacular de roble, acebo, haya y muchos tejos.
Salimos de Barruelo nueve personas pasadas las 9:00 y llegamos al aparcamiento donde comenzamos la ruta a las 10:15. Allí se mos unieron otros cinco que fueron derechos desde Aguilar.
Estuvimos caminando algo más de cuatro horas, en las que los chavales que nos acompañaron, demostraron saber lo que es caminar por el monte. Mis felicitaciones a Noé, Iris, Javi, Gema y Belén.
Vimos una cría de venado, que debió dejar sola la madre asustada por el grupo. Supongo que regresaría a por ella una vez nos alejamos.
Luego, Juan Carlos y Gema se quedaron a comer con nosotros y los demás regresaron a sus casas.
Comimos en Arija, y después de comer, nos refrescamos un poco los pies en el pantano. Lástima no habernos dado cuenta y haber llevado la indumentaria de baño, porque apatecía con el calorcito.
Como curiosidad, el Monte Hijedo es uno de los tres robledales más extensos y mejor conservados de España.
Datos de la Ruta:
- Zona: Las Merindades
- Tipo de Ruta: Circular
- Dificultad: Baja
- Distancia: 11.1 Km
- Tiempo: 4:07 h
- Altitud mínima: 860 m
- Altitud máxima: 1.060 m
- Desnivel acumulado: + 278 m
- Descarga datos GPS
Imagen de Google Earth 
Mapa de la ruta 
Perfil de la ruta
Primero un tramo de pista para llegar a la Cabaña de Hijedo 
Cabaña de Hijedo 
Caminando por el monte 
Vimos una cría de Venado (Cervus elaphus) 
Un ejemplar de tejo (Taxus baccata) 
Los chavales se portaron muy bien 
Una tramo discurre fuera de bosque 
Saliendo del bosque 
Ejemplar de Rana bermeja (Rana temporaria) 
Posando en el bosque 
Tejo sobre roca 
Una de las mayores extensiones boscosas de la península 
Ya de regreso 
Llegando de nuevo ala Cabaña de Hijedo 
Rematamos la jornada con un baño en el Embalse del Ebro
Sin ninguna duda, esos chavales son unos campeones. No es nada fácil adentrarse por ese monte tan espeso, por experiencia. También me encantaron los tejos que sorprenden por el camino. Saludos.